Bilbao Shemale Escort Review: Eduarda Lemmertz en Menorca.
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Autor: cachondon77
Hola taiakanos:
Os cuento mi última incursión en el mundo trans con Eduarda Lemmertz, antigua chica taiaka.
Me encontraba de viaje y decidí visitarla. La llamo por teléfono y en seguida me sorprendió un tono amigable, una voz sensual que fue un buen preludio de lo que aconteció después.
Me dijo "cariño, pásate en 15 minutos" y dicho y hecho, me pasé por su casa, limpia, nueva, bien situada, llamo, subo y me recibe con una bata, un pedazo de mujer, que os aseguro que en las fotos, que pensaba que estaban trucadas al ver semejante dulzura y femineidad, me dí cuenta que la realidad supera a la ficción.
Pasamos a una habitación, limpia, con su cama grande, acordamos una hora, se va con la pasta, vuelve, se quita el batín y... impresionante y sensual cuerpo femenino lleno de curvas de infarto, abdominales planos y voluptuosas tetas con impresionante culo que lo conjuntaban todo como una fantasía sexual en ciernes.
En fín, me desnudo, me pongo en la cama de rodillas y nos damos unos picos, ella se echa mano a la entrepierna y asoma un proyecto de pene, en posición de descanso, que en principio, pensé que era un modelo estándar. Yo en seguida que ella me tocó me puse con la serpiente de un solo ojo, mirándola desde abajo hacia arriba en cuestión de segundos, al ver aquel pedazo de mujer, cariñosa, sensual y sexual y sabiendo que era para mí solo durante una hora...
Seguimos acariciándonos y conociéndonos y empiezo a tocarle su intimidad (que por cierto, no la enseña en fotos y esto es normalmente porque tienen poco que enseñar), y esperándome algo de andar por casa, cuál es mi sorpresa, que empieza a crecer, a crecer y a crecer hasta transformarse en un pedazo de mástil, sin circuncidar, fino por donde va a horadar y más grueso por en medio y por el final, con un grosor bastante considerable y que os aseguro que se me hacía la boca agua solo de tocarlo y de verlo, así que pasé a la acción.
Empecé a hacer un trabajo bien hecho, sin prisas y con sus gemidos y sus comentarios "gustoso, gustoso", que aun me ponían más firmes, pero podía notar cómo su mástil aun tenía que crecer algo más y ponerse duro como una piedra, ni un gato lo arañaría... brutal.
Después de haber pasado por algún gran calibre como la negrita Zilou, este manjar, os aseguro que no solo no tiene nada que envidiar al palo negro de Zilou sino que lo supera, pero es que lo supera en grosor, longitud y dureza.
Lo dicho, sigo trabajando y trabajando el estilete que tendría que introducirse en otro sitio de mi anatomía, y vamos cambiando de posición, siguiendo sus órdenes, primero echada y yo entre sus piernas, después ella de rodillas y yo semiechado, después ella de pie y yo de rodillas... un sin fin de posturas para poder disfrutar de ese monumento pétreo que parecía no tener ninguna prisa por que yo parara de recrearme.
En un momento dado de tal excitación, diría que la vez que más en toda mi vida, en serio, me dice que me eche boca arriba, encoja las piernas y le enseñe mi culete, recién depilado, en realidad, todo lo tenía recién depilado y bien limpio por dentro y por fuera, como una buena visita que quiera tener este tipo de sexo sin invitados indeseables. Así que, al lío, pensé que me iba a penetrar, pero... no.
Me hizo un beso negro de 5-10 minutos, que creí que me hipnotizaba y me abducían los astros del sexo, para pasar a ser su esclavo el resto de mi vida: qué placer!! Nunca me habían hecho un beso negro más que de pasada, y con este encanto de tía buena que me cayó del cielo, el listón está en el limbo ahora.
Me dice que si quiero que me penetre, y sé que me va a doler porque, aunque estoy algo curtido, las medidas que gasta son considerables, pero acepto "gustoso". Efectivamente, me lubrica, va con cuidado, pero el pétreo material de Eduarda, pasados los primeros centímetros, empieza a molestar-doler y me dice que probemos a 4 patas, y parece que entra, no sin dificultades. Pero una vez que entró, empecé el Dragon Khan del sexo con esta musa del 3er sexo.
Me dió a cuatro, me puso boca arriba, de lado, del otro lado, echado con mis piernas juntas y ella encima, haciéndomelo como si fuera su pareja, dulcemente, insertándome cada centímetro de su sexualidad, poco a poco, suave pero sin parar, emborrachándome de lujuria, pero también con sexo desenfrenado y dándome golpes como un caballo desbocado que cabalga al galope sin cansarse ni descanso.
Me estaba "matando" de placer, por su puesto, apenas dolía ya, estaba tan acostumbrado que solo podía disfrutar y decirle "me tienes, me tienes, nunca me había sentido así"... y seguimos dándole y dándole bastante rato, hasta que mirándome a los ojos, y esbozando una sonrisa, con mis piernas abiertas y completamente a su merced, empezó a hacerme una paja monumental y con la consiguiente corrida mía sobre mí mismo y con un ritmo frenético que ella no paraba de imprimir sobre mi retaguardia.
Fue la mejor experiencia trans de las vividas hasta la fecha, sin duda alguna, nos limpiamos, y charlamos un poco. Es cariñosa, amable, mira a los ojos y enamora con su mirada, siempre muy profesional, cuidadosa, dulce, pero potente, muy bien dotada y cañera.
Le pregunté que por qué no sacaba su herramienta de trabajo en las fotos y me dijo que así tenía una sorpresa que dar a los clientes que la visitaran, y ya lo creo que les sorprendería.
En suma, muy recomendable y pese a que no suele salir mucho de Menorca, se que va a otros destinos de vez en cuando, no dudéis en visitarla si cae en vuestras cercanías, que como disfrutéis la mitad de lo que lo hice yo, vais a flipar amigos.
Saludos a todos y mucho sexo del bueno.
Autor: cachondon77
Hola taiakanos:
Os cuento mi última incursión en el mundo trans con Eduarda Lemmertz, antigua chica taiaka.
Me encontraba de viaje y decidí visitarla. La llamo por teléfono y en seguida me sorprendió un tono amigable, una voz sensual que fue un buen preludio de lo que aconteció después.
Me dijo "cariño, pásate en 15 minutos" y dicho y hecho, me pasé por su casa, limpia, nueva, bien situada, llamo, subo y me recibe con una bata, un pedazo de mujer, que os aseguro que en las fotos, que pensaba que estaban trucadas al ver semejante dulzura y femineidad, me dí cuenta que la realidad supera a la ficción.
Pasamos a una habitación, limpia, con su cama grande, acordamos una hora, se va con la pasta, vuelve, se quita el batín y... impresionante y sensual cuerpo femenino lleno de curvas de infarto, abdominales planos y voluptuosas tetas con impresionante culo que lo conjuntaban todo como una fantasía sexual en ciernes.
En fín, me desnudo, me pongo en la cama de rodillas y nos damos unos picos, ella se echa mano a la entrepierna y asoma un proyecto de pene, en posición de descanso, que en principio, pensé que era un modelo estándar. Yo en seguida que ella me tocó me puse con la serpiente de un solo ojo, mirándola desde abajo hacia arriba en cuestión de segundos, al ver aquel pedazo de mujer, cariñosa, sensual y sexual y sabiendo que era para mí solo durante una hora...
Seguimos acariciándonos y conociéndonos y empiezo a tocarle su intimidad (que por cierto, no la enseña en fotos y esto es normalmente porque tienen poco que enseñar), y esperándome algo de andar por casa, cuál es mi sorpresa, que empieza a crecer, a crecer y a crecer hasta transformarse en un pedazo de mástil, sin circuncidar, fino por donde va a horadar y más grueso por en medio y por el final, con un grosor bastante considerable y que os aseguro que se me hacía la boca agua solo de tocarlo y de verlo, así que pasé a la acción.
Empecé a hacer un trabajo bien hecho, sin prisas y con sus gemidos y sus comentarios "gustoso, gustoso", que aun me ponían más firmes, pero podía notar cómo su mástil aun tenía que crecer algo más y ponerse duro como una piedra, ni un gato lo arañaría... brutal.
Después de haber pasado por algún gran calibre como la negrita Zilou, este manjar, os aseguro que no solo no tiene nada que envidiar al palo negro de Zilou sino que lo supera, pero es que lo supera en grosor, longitud y dureza.
Lo dicho, sigo trabajando y trabajando el estilete que tendría que introducirse en otro sitio de mi anatomía, y vamos cambiando de posición, siguiendo sus órdenes, primero echada y yo entre sus piernas, después ella de rodillas y yo semiechado, después ella de pie y yo de rodillas... un sin fin de posturas para poder disfrutar de ese monumento pétreo que parecía no tener ninguna prisa por que yo parara de recrearme.
En un momento dado de tal excitación, diría que la vez que más en toda mi vida, en serio, me dice que me eche boca arriba, encoja las piernas y le enseñe mi culete, recién depilado, en realidad, todo lo tenía recién depilado y bien limpio por dentro y por fuera, como una buena visita que quiera tener este tipo de sexo sin invitados indeseables. Así que, al lío, pensé que me iba a penetrar, pero... no.
Me hizo un beso negro de 5-10 minutos, que creí que me hipnotizaba y me abducían los astros del sexo, para pasar a ser su esclavo el resto de mi vida: qué placer!! Nunca me habían hecho un beso negro más que de pasada, y con este encanto de tía buena que me cayó del cielo, el listón está en el limbo ahora.
Me dice que si quiero que me penetre, y sé que me va a doler porque, aunque estoy algo curtido, las medidas que gasta son considerables, pero acepto "gustoso". Efectivamente, me lubrica, va con cuidado, pero el pétreo material de Eduarda, pasados los primeros centímetros, empieza a molestar-doler y me dice que probemos a 4 patas, y parece que entra, no sin dificultades. Pero una vez que entró, empecé el Dragon Khan del sexo con esta musa del 3er sexo.
Me dió a cuatro, me puso boca arriba, de lado, del otro lado, echado con mis piernas juntas y ella encima, haciéndomelo como si fuera su pareja, dulcemente, insertándome cada centímetro de su sexualidad, poco a poco, suave pero sin parar, emborrachándome de lujuria, pero también con sexo desenfrenado y dándome golpes como un caballo desbocado que cabalga al galope sin cansarse ni descanso.
Me estaba "matando" de placer, por su puesto, apenas dolía ya, estaba tan acostumbrado que solo podía disfrutar y decirle "me tienes, me tienes, nunca me había sentido así"... y seguimos dándole y dándole bastante rato, hasta que mirándome a los ojos, y esbozando una sonrisa, con mis piernas abiertas y completamente a su merced, empezó a hacerme una paja monumental y con la consiguiente corrida mía sobre mí mismo y con un ritmo frenético que ella no paraba de imprimir sobre mi retaguardia.
Fue la mejor experiencia trans de las vividas hasta la fecha, sin duda alguna, nos limpiamos, y charlamos un poco. Es cariñosa, amable, mira a los ojos y enamora con su mirada, siempre muy profesional, cuidadosa, dulce, pero potente, muy bien dotada y cañera.
Le pregunté que por qué no sacaba su herramienta de trabajo en las fotos y me dijo que así tenía una sorpresa que dar a los clientes que la visitaran, y ya lo creo que les sorprendería.
En suma, muy recomendable y pese a que no suele salir mucho de Menorca, se que va a otros destinos de vez en cuando, no dudéis en visitarla si cae en vuestras cercanías, que como disfrutéis la mitad de lo que lo hice yo, vais a flipar amigos.
Saludos a todos y mucho sexo del bueno.
Added on November 29, 2016 at 12:00 am