Autor: Badmotor2008

Los que me leéis, sabéis de mi predilección por las estrellas porno. Y Leona Andrev es una de las grandes. Mi estreno con la brasileña se produjo hace un par de meses. Quedó pendiente de relatar. Ha costado, pero he encontrado el momento para escribirlo y compartirlo en el foro. Unos días antes de mi escapada a Madrid, contacté con ella por teléfono. Su atención fue fantástica, respondiendo a mis preguntas con amabilidad. Y lo hizo con total seguridad. Sus palabras tranquilizan. La decisión de verla era firme.

Segundo contacto, ya desde Madrid. Llamo con el propósito de concertar una cita. Último miércoles de marzo por la mañana. Todo va perfecto. Está disponible y le va bien quedar en un rato. Me pasa la dirección exacta y le digo que no sé cuanto tiempo tardaré exactamente. He de ducharme y desplazarme hasta allí. No vivo en Madrid y no puedo afinar al 100%. “Puedo estar en tu piso en 45 minutos”... le digo. En ese momento, se pone algo nerviosa. Un punto arisca, incluso. Me dice que no hable de horas si no estoy seguro de cuanto tiempo tardaré. No quiere estar pendiente de mí y que luego no aparezca. Me dice que vuelva a llamarla desde la parada de metro más cercana a su piso. Me parece bien. Colgamos, me ducho y voy hacia el metro.

Saliendo de la parada, marco su número para decirle que estoy cerca. Camino poco más de 15 minutos hasta llegar a su dirección. Buena zona. Ya en su portal, nueva llamada. Me da el número del piso y me abre. Como se trata de un entresuelo, subo por la escalera. La puerta se abre antes de que alcance el rellano. Escucho su voz invitándome a entrar. Nos saludamos con dos besos.

Leona está muy buena. Impresiona por su belleza, pero también por su altura. Cuerpo con muchas curvas. Tetas enormes y culo espectacular, como a mí me gustan. Encuentro su rostro muy femenino. Rasgos afilados y labios abultados. Ojos azules preciosos, pestañas muy largas y maquillaje. Pelo suelto. Me llaman la atención los tatoos que se ha hecho recientemente. Le dan un punto de malota que me encanta. Me refiero a los que luce sobre sus pechos y en su brazo derecho. Me recibe con poca ropa. Conjunto de lencería en varios colores y medias negras.

El piso está muy bien. Según me comentó, hace tiempo que vive en el mismo sitio. Lo mantiene incluso cuando está en el extranjero. El cuarto es la primera estancia que ves al adentrarte en el pasillo. Me invita a entrar. Lo hacemos y comenzamos a hablar. “Tienes carácter”... le digo por sus palabras en mi primera llamada del día. Ella sonríe y comparte alguna anécdota. Entiendo que sea precavida. Leona se muestra cercana y simpática. Por cierto, su castellano es perfecto. Se lo digo. A petición suya, abono el servicio. Sale del cuarto un momento. Regresa con una tela para cubrir la cama. “¿Tendrás que quitarte la ropa, no?”... me dice devorándome con la mirada. Mientras cubre la cama, me desvisto.

Se tumba en la cama y me voy junto a ella. Leona cambia la luz ambiente del cuarto, pasando de un tono verde a un rojo más acogedor. La iluminación sale por detrás del cabecero de la cama. Justo después, se quita el sostén y exhibe tetazas. Impresionantes. Las aureolas, bien grandes. Empezamos a magrearnos. Voy directo a sus tetas. Las manoseo. Las chupo. Me como sus pezones. Subo por su cuello y noto que sus labios se acercan a los míos. Nos besamos y seguimos metiéndonos mano. Siento pasión. La sensación que experimento es la de estar enrollándome con una tía que está buenísima y que, además, es una chica trans. Dejamos de besarnos para invertir nuestros cuerpos. Los dos buscamos el 69. Lo deseamos. Nos ponemos de lado y empezamos a comernos. Leona hace rato que está contenta. Al igual que yo. Su polla entra en mi boca ya dura. Al fin chupo la polla que tanto he visto en vídeos. Buen tamaño. Muy recta en erección, sección constante en toda su longitud. Deliciosa en la boca. En seguida me percato de que la técnica mamadora de Leona es excelente. Estiramos el 69 hasta que lo abandonamos para volver a enrollarnos. Leona quiere seguir chupando. Baja su cabeza hasta mi entrepierna y se traga mi polla enterita. Su mamada es espectacular. Ahora no solo la siento. También disfruto viendo como me mira al hacer desaparecer mi polla en su garganta. De repente, siento que su lengua tiene ganas de más. Quiere jugar con mi culo. Y lo hace. Usa sus labios para repartir su saliva. Agarra mi polla y pajea al mismo tiempo que me come el culo. Una gozada. Me lleva al borde del orgasmo. Por suerte, logro controlarlo.

Llega el momento del asalto. Se calza un condón y me manda ponerme de lado. Lubrica un poco y junta su cuerpo al mío. Me la clava con suavidad y determinación. Entra del todo y siento un pelín de dolor. Gasta buena tranca. “Relájate”... me dice. Agarra mi polla con su mano y la mueve. Me giro y veo su cara frente a la mía. Vuelve a morrearme. Leona me folla, me masturba y me besa. Todo al mismo tiempo. Su actitud me pone tan cachondo que me olvido del dolor. Me folla con movimientos suaves y profundos. El placer es total. Su lengua, retorciéndose con la mía. Sus labios, abrazando los míos. Una de sus manos, masturbándome. La otra, pellizcando mis pezones. Y su polla, follándome el culo. Lluvia de estímulos. Siento un cosquilleo interno que me hace pedir más. Leona sube el ritmo y embiste con fuerza. Exploto. Me saca la leche a pollazos. Fantástico.

Hacemos una pausa. La erección de Leona no baja. Me confiesa que ha estado a nada de correrse. Hablamos un rato de otras cosas. Y es ella quien retoma el tema. Me pregunta por lo que deseo hacer. Lo tengo claro. Quiero que me folle más. Cojín a mi espalda y se prepara para clavármela de frente. Antes de ponerse el condón, juega con su polla por la raja de mi culo. Goma, lubricante y penetra. Abre mis piernas y echa su cuerpo sobre el mío. Vuelve a besarme mientras me folla. Sugiere un cambio de postura. Ésta no le va bien por un problema temporal con sus piernas. Me lo contará después. Se sienta sobre el colchón con su polla apuntando al cielo. Me coloco mirando hacia ella y me dejo caer. Empalado por Leona. Con mis pies apoyados en la cama, subo y bajo repetidamente. Siento su pollón dentro de mí. Me dice que ponga mis rodillas sobre el colchón. Y lo hago. Esta variante no la conocía. La verdad es que así la postura resulta más cómoda. Subo y bajo con su rabo siempre en mi culo. Ella me pajea.

Salgo del todo y Leona se quita el condón. Me trago su polla recién salida de mi culo. Engullo por completo. Ella varía su posición para retomar el 69. Mamada mutua, hasta que dejo de chupar polla para disfrutar viendo su espectacular mamada. Agito su pollón, recto y duro. Ella pellizca mis pezones mientras me la come. Vuelvo a tenerla tiesa. Alucino con sus ltrabajos orales y manuales. Por momentos, me masturba colocando su lengua justo en la punta de mi polla. Esto es como una peli porno donde el protagonista soy yo. Rozo el orgasmo pero no llega. Pese a las ganas que pone Leona, no logro volver a eyacular.

Nos quedamos tumbados en la cama, hablando. Estoy a gusto. Ella parece que también. Cuando siento que es el momento de irme, empiezo a vestirme. Antes de hacerlo, pido permiso para pasar por el baño. Limpio y ordenado, como el resto del piso. Leona me acompaña hasta la puerta para despedirme. Lo hacemos con la intención de volver a encontrarnos. En Madrid o en Mallorca. El verano pasado estuvo dos semanas en la isla y le gustó. Por cierto, me dijo que en breve se hacía unos retoques. Entre ellos, aumento de tetas.

Conclusiones.
Gran experiencia, confirmando todo lo bueno que había leído sobre ella. Su servicio ha ido mejorando con los años. Sentir sus embestidas mientras me morreaba fue algo grandioso. Su trato es del todo normal. Nada de divismo. Es una tía divertida. Le gusta bromear antes, durante y después del sexo. Quiere complacerte y se nota, preguntando continuamente por lo que deseas hacer. Algo que dice mucho de ella. En próximos encuentros, le daré libertad para que haga conmigo lo que quiera. Me apetece probar ese lado que sé que tiene.

Added on June 09, 2016 at 12:00 am